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Sobre micromachismo, pedido de ayuda y otras yerbas

Hace unos días, una amiga compartió en Facebook un interesante comic de Emma Clit que se llama: “Me lo podrías haber pedido”

En este comic se explica de una manera genial los estereotipos a los que estamos condenados mujeres y hombres respecto a los quehaceres domésticos. Básicamente lo que dice es las tareas del hogar están supervisadas por las mujeres. Eso quiere decir que más allá de la típica discusión sobre quien lava los platos, está la idea intrínseca de que es su obligación. Y no solo eso, sino que no son solo las tareas sino el “management” de la gestión. Les recomiendo leerlo para entenderlo mejor. Este es el link.

Mi amiga, Claudy, quién compartió la publicación, es una genia y tiene una hermosa familia. Y no lo digo yo, sino mira la interesante nota: “Famileando” por Centro América

Pero vamos por partes

La ayuda no se pide. Las responsabilidades son compartidas! Estos simples conceptos parecen estar fuera del alcance de la mente del pequeño cavernícola ilustrado. Y que los hay, los hay! Ya no usan taparrabos y huesos, sino que van como el resto de los normales, se mimetizan con el resto de la sociedad. Pero aunque usted no lo crea, ellos y ellas siguen pensando que la única misión del hombre es la de proveer y la simple tarea de la mujer es la de cuidar la casa. Todavía no entendieron que las responsabilidades familiares son compartidas!

El trabajo en equipo y el management familiar

En casa creemos firmemente en el trabajo en equipo. Quien sale de casa a trabajar por largas horas, lo puede hacer porque hay alguien en casa que carga con parte de las tareas. Quien trabaja desde casa resigna un poco de tranquilidad y rendimiento en pos de que haya alguien cuando los chicos llegan a casa. Quién está más tiempo en la casa, seguramente haga la mayor parte de las tareas. Pero nada de esto tiene que ver con el genero!!! No hay genes que hagan que el hombre sea mejor “proveedor” y la mujer sea mejor lavando los platos. No hay lógica científica que afirme tales barbaridades.

El magnánimo hombre de Neanderthal vestido con ropa moderna podrá afirmar que el hombre el más fuerte y que la mujer es más madre. Puede ser, pero eso era importante en la época de las cabernas. Ahora no hace falta matar animales para comer y el instinto de maternidad o paternidad, bueno, podemos decir que es una construcción cultural más?

Sobre el pedido de ayuda

No hay nada más denigrante que pedir ayuda. Yo entiendo que si me caigo en un pozo voy a gritar por ayuda, no soy tan necia. Pero pedir ayuda para lavar los platos significa que la responsabilidad es mía y el otro es un simple observador, o un invitado. Cómo voy a pedir ayuda sobre las cosas que son compartidas.

En casa no esta permitido el uso del TE: “TE lave los platos” (a mí? Comí yo sola, son mis platos?) TE colgué la ropa (a mí? soy tan egoísta de poner una tanda sólo con mi ropa, o era la ropa de todos?)

Y menos que menos, que Dios no lo permita, que mi marido me ayude con los chicos. Por suerte estamos los dos. Y reconocer una maternidad plena y una paternidad plena es primordial. Una vez más, quién está más tiempo en casa seguramente se ocupe más de los niños. Por lógica, no por genero.

Perdón a ti erecto Homo neanderthalensis. Quizás este desentendimiento con los niños es porque dudas de tu paternidad. Ahora si el crío es tuyo, no hay excusas para ejercitar tu rol de padre, pañales de por medio!

No todo está perdido

Por suerte vivimos en un  momento donde los roles se viven con más sensatez. Es muy duro para el hombre sentir que es el único responsable de salir a cazar para comer y muy duro para la mujer sentirse una reproductora y experta lavadora de platos. En la actualidad, si levantas la mirada, podrás ver que hay hombres y mujeres que ocupan los puestos laborales, que la paternidad es compartida y que los platos los puede lavar una máquina.

Pero tenemos compromisos aún mayores. Y es con nuestros hijos e hijas. Debemos enseñarles, con la palabra y el ejemplo, a vivir en igualdad de condiciones, mostrarle que las personas y los roles no se dividen en géneros binarios y que la vida es mucho más que mandatos familiares.

Nosotros somos una generación bisagra, estamos en el medio. Los pequeños logros en pos de la igualdad los hemos adquirido y aprendido a fuerza de lucha y experimentación. Por suerte nuestros hijos lo viven con mayor naturalidad.

Y no es lo que queremos para nuestros hijos? Que vivan felices? Imaginen si podemos quitarles esta ridícula carga mental de tener que ser el proveedor o tener que lavar los platos. Sin duda de algo hay que vivir y si no lavas los platos se acumulan las moscas. Pero no es tarea de nene o nena, sino parte de la convivencia familiar.

Un pequeño consejo

Por último, a ti te digo, bonito ejemplar de Neanderthal, al cual tu mujer debe pedirte ayuda (Oh! Gracias benevolente Amo!). Te sugiero que lo pienses dos veces.

Quizás puedas ver a la mujer que tienes al lado más plena intelectualmente, físicamente, anímicamente y hasta sexualmente si es que la consideras tu igual. Te imaginas que hermoso desafío?

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