Viajes

Visitando el castillo del Conde Drácula

Todo comenzó con unos días libres que teníamos y las ganas de viajar. Buscamos en nuestra aplicación amiga: Skyscanner los pasajes más baratos desde Berlín y salió Rumania. ¿Qué podemos hacer en Rumania en tres días? Visitar el castillo del Conde Drácula!

Buscamos en nuestra otra aplicación amiga Hotwire, las mejores ofertas de hoteles en Bucarest y encontramos un hotel 5 estrellas, al precio de uno de 3 con piscina cubierta y desayuno incluido.  Y allí fuimos.

Como generalmente hacemos en nuestros viajes: tratamos de aprender algo más. Entonces conseguimos el libro de Drácula de Bran Stoker para leerlo con los chicos durante el viaje. Además estudiamos un poco la región para ver la ubicación de los montes Cárpatos (justo Lauti estaba viendo las cadenas montañosas de Europa).

Los montes Carpatos

Llegamos al aeropuerto de Bucarest y desde allá mismo partimos hasta Brasov, la segunda ciudad de Rumania, situada en los montes Cárpatos en Transilvania. ¿Ya los tenté?

Brasov es una hermosa ciudad pequeña, rodeada de montañas nevadas, con edificios antiguos, gente amable y deliciosa comida. Nos quedamos dos días allí. 

Brasov. Hermoso

Para llegar al castillo de Bran (mal conocido como el Castillo del Conde Drácula) hay que tomar un bus público que sale cada media hora desde la estación central y con suerte y cariño decirle al conductor que vas hasta Bran. La otra opción es tomar un taxi. La verdad es que no hay tanta diferencia para cuatro personas, pero nos resultó más interesante la opción del bus. Durante la espera seguimos leyendo el libro del Drácula para ponernos en clima.

El bus, como se imaginan, no era ni limpio, ni rápido, ni cómodo, pero sumamente efectivo. Después de una hora de viaje a través de los centros de esqui de la región llegamos a la pequeña ciudad de Bran. Y en el centro: el castillo.

Castillo de Bran
Castillo de Bran

Todo el pueblo se articula en función del castillo y su turismo. Y encima era la semana de Halloween! Pero para ser honestos, la visita al castillo fue muy lógica. Desde la entrada ya nos anuncian que ese no es el castillo de Drácula, que es una historia de ficción. Pero si que es el castillo del Conde de Bran, en quién se basa la leyenda y que realmente existió.

Momento surrealista del viaje: cuando estábamos subiendo las escaleras del castillo, quisimos sacarnos fotos y la cámara comenzó a actuar raro. No hay imágenes de fantasmas, pero si imágenes distorsionadas, como que la cámara fallaba. Créalo o no…. Esta foto la sacamos en ese momento:

Momento terrorífico del día: así salió la foto
Otra foto dentro del castillo que salió rara.
Otra foto dentro del castillo que salió rara.

El Castillo está lleno de habitaciones, historia, recovecos, pero también de turistas. Las vistas desde la cima son hermosas. Los jardines que lo rodean transmiten paz y la comida de los alrededores es olvidable.

El último día viajamos de Brasov a Bucarest en un tren a través de los montes Cárpatos en otoño. 

Ya en Bucarest paseamos por la ciudad pero lo que más hicimos para ser sinceros fue descansar en el hotel de lujo con piscina.

Nuestro viaje fue un éxito. No terminamos el libro, pero disfrutamos cada uno de los fragmentos que leímos.

«Razonas bien, y tu mente es astuta pero tienes demasiados prejuicios. No dejas que tus ojos vean lo que tus oídos escuchan». Drácula, Bran Stoker